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C-Level Insights - ¿Están los gobiernos tirando la toalla con la electrificación?

El camino hacia la electrificación generalizada es una pieza clave en la estrategia climática de la UE, con la promesa de transformar la movilidad y reducir de forma significativa las emisiones. Con objetivos tan ambiciosos como alcanzar los 30 millones de vehículos cero emisiones en circulación y desplegar una red sólida de 3,5 millones de puntos de recarga para 2030, la Unión Europea ha marcado el inicio de una década de transformación.
Sin embargo, empiezan a aparecer fisuras: las presiones económicas y las carencias en infraestructuras están poniendo a prueba esta visión. Para los gestores de flotas, moverse en este escenario complejo exige planificación, capacidad de adaptación y una visión clara sobre dónde invertir… y cómo adelantarse a lo que viene.
Impulso a la baja: los tres factores principales
Alphabet ha identificado tres grandes obstáculos que actualmente están frenando el avance hacia la electrificación generalizada. “Lo que escuchamos de nuestros clientes coincide plenamente con los retos que reflejan los últimos resultados del EFEM”, explica Jesper Lyndberg, CEO de Alphabet International. “El mayor problema es la falta de coherencia a nivel europeo en cuanto a infraestructuras de recarga. Casi una cuarta parte de todos los puntos de carga de Europa están en los Países Bajos, uno de los países más pequeños y mercados más reducidos de la UE. Al mismo tiempo, grandes mercados como Alemania siguen teniendo dificultades para garantizar una cobertura suficiente, especialmente en zonas rurales. Para las empresas que operan en distintas regiones, esto pone de manifiesto la importancia de planificar cuidadosamente las estrategias de recarga según la ubicación y el caso de uso… y no dar por hecho que el acceso será uniforme.”

El coste asociado es otro gran obstáculo, incluso en mercados pioneros como los países nórdicos o los Países Bajos.
“El precio de los vehículos eléctricos y la inversión necesaria en infraestructuras de recarga, tanto en el hogar como en el lugar de trabajo, sigue siendo demasiado elevado para las pequeñas y medianas empresas. Esta percepción se agrava aún más por una gran falta de conocimiento en torno a los costes reales de electrificar una flota”, añade Lyndberg. Esto pone de relieve la necesidad urgente de ofrecer más orientación, mayor transparencia y herramientas que ayuden a las pymes a entender bien los costes reales y el posible retorno de la inversión en electrificación.
El tercer gran reto es la incertidumbre tecnológica. En todos los mercados se percibe cierta inquietud —y a veces mucha desinformación— sobre la volatilidad de los precios de la energía, la duración de las baterías, el valor residual de los vehículos o la velocidad de recarga. Los gestores de flotas pueden hacer frente a estas preocupaciones manteniéndose informados, eligiendo fabricantes fiables y colaborando con socios que ofrezcan planificación del ciclo de vida y datos del vehículo con total transparencia.
¿Sigue siendo la electrificación una prioridad real en la agenda política?
A todos estos retos se suma la retirada progresiva de subvenciones y otros incentivos económicos para impulsar el vehículo eléctrico en varios países europeos. Mercados como Suecia, Alemania o los Países Bajos están reduciendo las exenciones fiscales y ayudas que buscaban fomentar su adopción. Este cambio de rumbo político significa que las empresas ya no pueden confiar únicamente en el apoyo público. Para los gestores de flotas, la clave está en diseñar estrategias de electrificación a largo plazo que sean sostenibles incluso en contextos menos favorables.

El impacto ya se deja notar. Según Jonas Eriksson, Country Manager de Alphabet Suecia: “Suecia fue uno de los primeros países en adoptar el vehículo eléctrico, en gran parte gracias a los incentivos del gobierno. Pero tras la eliminación de la mayoría de las subvenciones para pedidos de vehículos nuevos a partir de noviembre de 2022, vimos una caída de alrededor del 20 % en las matriculaciones de eléctricos respecto al año anterior.” Se trata de un descenso preocupante para un mercado que hasta ahora se consideraba referente. Estas reducciones prematuras ponen en riesgo los propios objetivos de electrificación y clima de los gobiernos. Para no perder terreno, los gestores de flotas deben explorar de forma proactiva soluciones flexibles, como el renting modular, o apoyarse en servicios de consultoría que les ayuden a equilibrar los costes iniciales con el ahorro a largo plazo.

Mike Wetherell, CEO de Alphabet Países Bajos, percibe una situación similar en su mercado: “Las normativas gubernamentales inestables, la retirada de subvenciones y, en general, la incertidumbre política están dificultando que nuestros clientes se comprometan con grandes inversiones. Estas condiciones cambiantes generan dudas, y esa es una de las principales razones por las que estamos viendo un estancamiento en las matriculaciones de vehículos electrificados, incluso en mercados que antes lideraban el camino.”
Las flotas corporativas, motor clave de la electrificación
En el contexto actual, marcado por la incertidumbre, las flotas corporativas se han convertido en un factor decisivo para impulsar la electrificación. Sin avances en el ámbito empresarial, los esfuerzos nacionales por acelerar la transición hacia una movilidad sostenible se estancarían, ya que los consumidores particulares siguen mostrando reticencias.

Las compañías de renting y movilidad juegan un papel fundamental a la hora de superar estas barreras, proporcionando a las empresas las herramientas y el conocimiento necesarios para facilitar esta transición. “Hoy más que nunca, somos conscientes de la importancia de acompañar y apoyar a las empresas en la adopción de la movilidad eléctrica, ofreciendo un ecosistema completo de servicios que, partiendo del asesoramiento, abarca todos los aspectos relacionados con la movilidad sostenible. Por ejemplo: puntos de recarga, tarjetas de carga, servicios de movilidad complementarios y mucho más”, explica Marco Girelli, CEO de Alphabet Italia.
Una responsabilidad compartida
A medida que los gobiernos retiran las subvenciones y otros incentivos, las empresas privadas tienen un papel aún más relevante que desempeñar. Los gestores de flotas pueden mantener vivo el impulso hacia la movilidad eléctrica apostando por el renting flexible, las flotas electrificadas y el asesoramiento experto, demostrando que los vehículos eléctricos funcionan en condiciones reales.
Al electrificar sus flotas, las empresas no solo reducen emisiones, sino que también normalizan la movilidad eléctrica, generan confianza y muestran su viabilidad al mercado en general.
La colaboración entre responsables políticos, empresas y proveedores de movilidad es esencial para superar barreras y alcanzar los objetivos de sostenibilidad de Europa. Aunque persisten desafíos, las flotas corporativas están demostrando que el progreso es posible y pueden allanar el camino hacia un futuro de movilidad más resiliente y sostenible.
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- C-Level insights: de los incentivos a la imposición ¿Qué repercusiones tendrán las nuevas normativas europeas sobre la electrificación de flotas?: Explora el cambio en Europa, que pasa de los incentivos a la regulación para la adopción de vehículos eléctricos – “del incentivo al castigo” – con opiniones de altos directivos de Países Bajos, Austria, Reino Unido y el CEO de Alphabet International.
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