Movilidad
Conducción personalizada: un coche a tu medida
Si otra persona utilizara el coche antes que tú, ¿lo notarías? Probablemente al instante. Con el asiento en una posición diferente y los retrovisores desordenados, una emisora de radio diferente y el aire acondicionado directo hacia ti. Si te ha pasado alguna vez -y estamos bastante seguros de que lo has hecho- estos pequeños cambios pueden ser un gran problema. Especialmente antes de un viaje largo. Reajustar todo a tu gusto requiere tiempo y nervios, dos cosas que a la mayoría de nosotros no nos sobran hoy en día.
Entonces, ¿qué debemos hacer? De momento: Respirar hondo y hacer que vuelvas a sentir tu coche adaptado a ti. Ya hemos hablado de la importancia de la posición correcta de los asientos en nuestra serie sobre la salud del conductor, puedes volver a leerlo para comprobar cómo ajustarlo de la mejor manera. Y las buenas noticias llegarán en un futuro próximo, porque puede que no tengas que preocuparte por estas cosas durante mucho más tiempo. El coche se adaptará pronto a ti. De hecho ya ocurre, desde la colocación de tu asiento hasta el saludo por tu nombre y el recuerdo de tus ajustes preferidos, los modelos de coches modernos pueden memorizar y recuperar una gran variedad de información sobre sus pasajeros.
¿Cómo funciona? La palabra mágica es digitalización. Es el principal impulsor y facilitador del nivel de personalización que pronto experimentaremos. Los sistemas centrales de a bordo, que ya existen en numerosos modelos nuevos, pueden por ejemplo, unir los componentes electrónicos del coche y controlarlos de forma centralizada. Esto significa que: Si tu asiento se puede controlar electrónicamente, el sistema podría hacerlo por ti. Y si es así, ¿por qué no hacerlo automáticamente? Esto, en pocas palabras, es una pequeña parte del panorama más amplio que es la conducción personalizada. El único requisito es que te identifiques ante el coche y éste se transformará en tu espacio personal sobre ruedas.
Perfiles de usuario
Para que el coche te reconozca y configure las cosas a tu gusto, primero tienes que mostrarle con quién está tratando. ¿Cómo se hace eso? Una forma sencilla de conseguirlo es a través de los perfiles de usuario almacenados en el sistema del coche. Una vez configurado, puedes volver a tu perfil personal o cambiar si otra persona ha utilizado el coche antes que tú. La idea es elegirlo manualmente o, de forma más práctica, hacer que se active con algo. Este activador podría ser, por ejemplo, la activación por voz en conexión con un asistente digital o uno físico como un chip en la llave del coche.
Trabajar de forma más inteligente: Los móviles como llaves digitales
El teléfono móvil es un objeto personal y es probable que lo lleves siempre encima y la información podría estar almacenada ahí en lugar de en el coche. Al igual que aplicaciones como nuestra Alphabet App que utilizan sus datos para adaptarse a sus necesidades específicas. Un activador con el móvil también tendría la ventaja de que cualquier coche que utilices podría personalizarse para ti sin que lo hayas conducido antes. Este método es especialmente interesante para los vehículos y sistemas de carsharing o carpooling. En cuanto el coche se conecte con tu teléfono podrás sentirte más a gusto en este nuevo entorno. Tendrías personalización sobre la marcha. Por ejemplo, desde que BMW introdujo la conectividad con el iPod de Apple en 2004, ha trabajado para integrar una "experiencia de smartphone" personalizada en el coche. Avanzando rápidamente hasta el presente, la conectividad en el coche a través de la integración del smartphone es omnipresente en los nuevos vehículos (piensa en MINI connected i.e. o Apple CarPlay y Android Auto). Aunque los proveedores de servicios ya utilizan en cierta medida la activación del smartphone en combinación con aplicaciones de carsharing, para que realmente alcance su potencial todos los fabricantes de automóviles tendrían que ponerse de acuerdo en un sistema común y estandarizado. Solo así los ajustes personales podrían seguirte realmente allá donde vayas.
Tú eres la clave: Biometría
Hablando de lo verdaderamente personal: ¿Qué es más personal que tu cara? Probablemente nada. De lo que estamos hablando es de la biometría. Si el vehículo te reconoce por la forma de tu cara, tu iris o tu huella dactilar, ya no hace falta ninguna llave. La tecnología para ello ya existe, y no sólo en las películas de ciencia ficción. Sin embargo, es bastante cara y, debido a la avanzada electrónica necesaria, aún no es ideal para el vehículo estándar. Aun así, es una perspectiva probable para el futuro de la automoción y, tarde o temprano, se abrirá paso en el coche de una forma u otra. Lo que nos lleva directamente a nuestro siguiente subtema:
IA y Autonomía
Con los sensores de alta capacidad para el reconocimiento facial, utilizar la tecnología para recuperar sólo ciertos ajustes de los asientos sería un gran desperdicio de recursos. Combinada con la IA, tiene el potencial de cambiar y mejorar profundamente la experiencia de conducción. Reconocer una cara es una cosa, leerla es otra. Si el coche puede leer tu cara y entender tu estado de ánimo escaneándote, por ejemplo, con una cámara de infrarrojos, esta información va mucho más allá de las simples preferencias. El coche podría anticipar tus necesidades y traducirlas en acciones que beneficien su comodidad y seguridad. Podría ajustar la iluminación para alegrar tu día o hacerte sentir más alerta. Podría sorprenderte con tu música favorita y subir la calefacción si tienes frío. Las posibilidades son infinitas y, francamente, muy emocionantes. En cuanto los coches sean realmente autónomos, la personalización a este nivel se convertirá en un tema masivo, convirtiendo el vehículo en algo así como tu mayordomo personal. Sería perfecto ¿verdad?